No importa la distancia de andar,
con la voz se puede más caminar,
esa voz, esa que me encantó,
aquella que me enamoró.
Diríase que no sólo fui yo quien habló,
sino alguien más que se deslumbró,
es increible pero así es, es la voz,
tan clave como el martillo para la hoz.
La rabia acondiciona a enfrentarse,
la cobardía a alejarse,
el amor a quererse,
así es la voz, la de amar y odiarse.
Sentimientos unicos de color,
nunca de dolor,
pues eso no es amor,
es una dulce voz.
Se queda grabado el tono para siempre,
se quiere realmente, en otra vida puede,
oir esa voz, en privado, a gritos,
más cercana la realidad sin sintonía, sin voz.
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