miércoles, 3 de mayo de 2017

El árbol que lee, que escucha


Desde dentro del árbol se agitan,
las hojas, caen como lágrimas rotas,
el viento, latiga las ramas que gritan,
por dolorosas pisotadas de duras botas.


Muere la vida, crece la inocencia,
no se confía, no dudes, ya hay una creencia,
tronco muerto sediento de sangre lamida,
huellas de recuerdos en viajes de ida.

Brilla la bombilla que deslumbra,
se ciega el lobo, desde la penumbra,
de espaldas camina, es como caer,
si, vivir e imaginar es un placer.

Tronco que se atasca con alguna lectura,
nada más, nada nuevo, adiós apertura,
libre como las rosas en primavera,
esclava como la nieve, ahí, ahí fuera.

Lo nuevo es la lluvia que alimenta la sed,
tras años de sequía, venid a bebed…

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