Analizamos lo que tememos constantemente, y aprendemos a afrontar los miedos como elemento liberador para nuestra propia existencia, para nuestras inquietudes que nos motivan a seguir conociendo, a movernos...
Experiencias pasadas, vividas por nosotros mismos, nos enseñan a que no todo lo que aparentemente se ve es lo que realmente es, y que, a su misma vez, lo que está oculto es lo que más importa, principalmente por dos razones...la primera porque así nos lo hemos comido, es decir, porque hemos sido estafados de alguna manera, y segunda porque hemos comprendido que las cosas, las personas en un momento dado y bajo unas circunstancias manipuladas podemos dar con un resultado que estaba bajo nuestro propio control, es decir, estafar nosotros mismos, claro es que estas dos razones se suman y segun el grado de ellas hacen que sea lo que nos enseña en la vida a comprender y valorar lo oculto, con un interés creciente a la hora de tener cuidado en considerar lo que percibimos como una experiencia plena del conocimiento de la verdad en todo momento.
Estafar, una palabra fea, no siempre es estafar como el hecho de robar y timar, pero no se me ha ocurrido otra palabra más certera, podemos llamarlo ocultar, pero le faltaria esa esencia que he querido aportar, en cuanto a darle esa personalidad que sea aportar a una acción humana en la acción de ocultar, pues de ello hablo.
Un mago estafa con el proposito de satisfacer las sensaciones humanas y puedan así atribuirle el mérito de hacerlo, una serpiente que se ve amenazada estafa con el fin de acabar con su depredador o hacerle huir, un político honrado estafa para engañar a los poderosos capitalistas que sojuzgan un pueblo oprimido, parece claro, pero hay más, nosotros mismos nos estafamos sin control de ello, a la hora de ver el mundo.
Ese es el punto, nos estafamos tanto, que cuanto más sabemos de esas limitaciones que tenemos más queremos saber de ese arte de controlar lo oculto, y es que lo que está oculto es poderoso para los pocos que lo conocen hasta que deja de ser un privilegio disponer de ese conocimiento de lo oculto.
Cuanto más se descubre, más morbo despierta en querer controlar y avanzar... naturaleza humana... querer siempre avanzar para ser más libres, más poderosos y ser capaces por ello de controlar lo que nos rodea con la ventaja de ocultar las cosas y no tener a nuestro alrededor otros "aventajados" que sean más poderosos y nos controlen.
Cuan poderoso puede ser el conocimiento de las cosas. ¿Es inmoral ocultar las cosas? esa es la cuestión más importante, se puede no ocultar algo? se puede ocultar todo? ni una cosa ni otra...
Puede que hablemos de lo que habitualmente se llama "política de transparencia", que bien suena eso, ¿quién puede negar algo así? seria sucio negarse a algo así... el problema es que existe un dilema en este asunto que, a la hora de ejercer lo que podriamos llamar jocosamente "el derecho de ocultar conocimientos" se pudiera considerar como un ataque a nuestras libertades y que es, por lo tanto un "hecho inmoral".
Podría decirse que, de primera mano pudiera entenderse que existe un interés por mi parte en que hay que ocultar lo máximo posible, o aunque fuera, unas pocas cosas minimo, pero... ¿no sería caer en un error pensar que alguien tiene la capacidad de tener la verdad en su mano hasta el punto de ocultar esa verdad? claro... un conocimiento nuevo, poco conocido, sobre un hecho, una faceta de la vida, algun aspecto importante pueda ser algo tan relevante, que, aunque no fuera la gran verdad... pueda ser decisivo su propio conocimiento para hacer cambios en las vidas de muchas personas.
Si, ahora comprenderiamos que es importante para todos que, ocultar conocimientos sería un hecho "inmoral"... pero... vamos a verlo de otro modo...
Desprenderse de si mismos, dejar a corazón abierto todas nuestras vidas, mostrar todas nuestras entrañas hasta el punto de dar la posibilidad que todo ignorante y no ignorante de nuestras propias vidas... formule sus propias tesis sobre lo que somos ahondando más en la verdad... hasta el punto que... nos convertiriamos en "bichos de laboratorio" al descubierto en la propia sociedad.
Y por consiguiente, tras un hecho similar, en que mostramos todo lo que sabemos, intuimos, sentimos, sin dejar por ningun segundo un apice de lo que sabemos y lo que vamos descubriendo, reformulando una y otra vez nuestro pensamiento, nuestra lógica desarrollada continuamente... sería pues... justo que... supieramos que sucede por nuestro alrededor del mismo modo... porque sino... volveriamos a caer en el juego de ser manipulados, de ser engañados, timados, estafados, ya que... nuestras cosas mostradas en el lugar incorrecto supondría exponer nuestras mayores debilidades.
Si... hay que ocultar siempre, aparte que... de vez en cuando, muy de vez en cuando... lo que solemos ocultar siempre suele poder mostrarse mas o menos publicamente cuando el efecto de "debilidad" que causa en los seres que nos perciben es un modo de "ocultamiento" de la nueva realidad de la cual somos conocedores pero que ocultamos... es mostrar la patita por un lado y tener la garra escondida al acecho ante cualquier ataque.
Lo inmoral, si que lo tiene... es cuando ese ocultamiento se desempeña entre quienes son compañeros, gente que te muestra confianza y te necesita, que no tiene sus garras escondidas y no teme por tus garras, al menos en lo que se concierne... es decir... entre deportistas de equipo se conocen los toques en comun, esos toques que los rivales "desconocen", entre presas que trabajan en equipo que los depredadores no conocen, como un banco de peces que se coordinan, y un depredador no sabe como, los humanos es que investigamos y pescamos de otro modo, ocultando a los peces.. es un hecho interesante, el ocultar y descubrir lo oculto, y no me extraña que exista un morbo, que lo podriamos llamar un instinto surgido de quien mas tiene y da uso a su inteligencia para poder sobrevivir, en la naturaleza y la propia sociedad en la que convive.
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