Hay soledades que matan y otras que dan lo que necesitamos porque estamos en buena compañía.
Desde esta apreciable soledad,
a esa agradable compañía,
le dedico todo y cada día,
a ella le escribo, es mi felicidad.
Dulce es la soledad como es amar,
si se sabe buenamente apreciar,
hay que saberla bien buscar,
o como a mi, que te pueda encontrar.
Sentidos escritos en tristes versos,
y lo son, pero no son sólo eso,
felices momentos también me tienen preso
y es que abarcan muchos universos.
En tan pequeño cerebro como el mío,
aguarda tanto que siento que desvarío,
sin embargo es ahora cuando recuerdo
en esta soledad como mantenerme cuerdo.
Una voz que rompe la mala soledad,
al teléfono de la sinceridad,
a mis oídos se abre excitante,
alma familiar surge en mí resonante.
A ella le escribo, es mi felicidad,
le dedico todo y cada día,
a esa agradable compañía,
desde esta apreciable soledad.
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