que van abriendo
muchas heridas
que no cierran.
Nunca van a sellar,
hasta que la memoria desaparezca,
hasta que la muerte esté más que cerca,
sólo con más vida se puede compensar
Astillas fuertes y profundas,
dolientes que no se rompen,
sangran los pulmones,
y lo más sagrado, el corazón.
Sin embargo no quita la respiración,
la fatiga, y con razón.
Tampoco impide el marchar de los latidos,
pero duele, como fuertes pitidos.
No callan, no se van, no dejan de sangrar, de matar....
Astillas... si...
no desaparecen, y siguen vivas,
mueren con nosotros...
sin embargo...
Por miedo al cambio
infundado por el verdugo...
se olvida de lo más obvio...
se amó para tumbar el odio.
Astillas duelen,
no se olvidan,
mejor que no.
de frente se miran.
y se les dice, adelante...
aqui respiro, aqui te miro,
aqui te hablo, viejas heridas?
detrás de mí, millones de vidas...
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