Una mariposa voló,
de noche en mi balcón,
en mis sueños se coló,
y exploró en mi corazón.
Un vuelo con color,
sus alas lentamente paraban
a mi vista se posaban,
un colibrí lleno de amor.
Vuelta a Roma, vuelo con la paloma,
grácil hermosa, y siempre se posa, pero...
nunca me hace llorar, nunca me hace reir,
no hay color sin amor,
sintiendo, eso si era vivir.
Jugamos a las cartas,
la pareja va junta,
y saca algo de punta,
el farol encaja con charlas.
Todo se olvida,
vuelve un pasado,
de nuevo sin medida,
un plan de casado.
Salgamos de Roma, vuelo con la paloma,
grácil hermosa, y siempre se posa, pero...
nunca me hace llorar, nunca me hace reir,
no hay color sin amor,
sintiendo, eso si era vivir.
Lo que se dió,
finalmente se perdió,
vuelve la rutina, repetición,
como un buen colocón.
Es una enfermedad
que cambia de opinión,
rompe la pasión,
el vuelo era de verdad.
De vuelta a Roma, y vuelo con la paloma,
grácil hermosa, y siempre se posa, pero...
nunca me hace llorar, nunca me hace reir,
no hay color sin amor,
sintiendo, eso si era vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu opinión...