Un homenaje a los ojos, que se hinchan de rabia,
hartos de estallar en lágrimas, hasta secarse de impotencia,
un escrito en honor a las bocas que sonrien con sentencia,
por mis corazones hermanos, guerreros de corteza y savia.
Claras y sin rodeos, como a quienes dedico, van mis letras con humildad,
no es a pocas personas, a las que vuelan estas palabras,
porque están unidas en las ideas, no son ningún rebaño de ovejas y cabras,
saben luchar, saben resistir, se saben ayudar, saben amar de verdad!
Mujeres y hombres valientes, que entre trabajadores no os subestimáis,
aún siendo humildes, daís la cara y decís lo que pensáis,
con el corazón en una mano y con el fúsil en la otra, así soís, lo sabéis,
gente combativa que no se rinde en la vida, camináis por donde queréis.
Sólo os escribo a vosotros, que sabéis a donde caminar,
vuestro destino lo habéis escrito, soldados del amor y la libertad,
hacéis realidad los sueños, no os dá miedo morir si es con dignidad,
os respeto hombres y mujeres valientes, por enseñarme a amar.
Me uno a vosotros para uniros a mí, lo podéis ver,
un río de valentía y fuerza, esa es mi bandera roja,
con paredes de cristal, sin nada que esconder,
sin temor, nuestro brillo, dentro de vosotros se aloja.
Un homenaje a quienes mueren con valentía,
pero sobre todo a quienes viven y siguen luchando cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu opinión...